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El protocolo de aborto ya entró en vigencia en la Ciudad de Buenos Aires

  • Foto del escritor: La Cumbrera
    La Cumbrera
  • 4 ago 2020
  • 2 Min. de lectura

El plazo para que la normativa sea vetada por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, venció este lunes a la medianoche.


Luego de un periodo de cierta incertidumbre con respecto a este tema, finalmente el Protocolo Nacional para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) entró en vigencia en la Ciudad de Buenos Aires este martes, ya que las autoridades locales decidieron no vetar la adhesión que fue aprobada por la Legislatura porteña a mediados de julio pasado.


De esta manera, el Gobierno porteño determinó no avanzar en el veto de la ley, como lo reclamaron organizaciones “pro vida” en las últimas semanas.


En ese marco, anticipó que trabajará para “garantizar que los métodos anti-conceptivos les lleguen a todas las personas” y para “profundizar las charlas con jóvenes sobre la salud sexual y reproductiva en el marco de un proyecto de vida”.


El protocolo nacional establecido por el ministro de Salud, Ginés González García, en diciembre de 2019, se basa en las causales previstas por el Código Penal argentino desde 1921 -y confirmadas por la Corte Suprema de Justicia en 2012-, según las cuales la interrupción del embarazo es legal si el mismo proviene de una violación o representa riesgos para la vida o la salud de la "mujer gestante".


Agrega que “la decisión de la persona es incuestionable y no debe ser sometida por parte de las/os profesionales de salud a juicios de valor derivados de sus consideraciones personales o religiosas”, al tiempo que indica que “no deben interponerse obstáculos médico-burocráticos o judiciales para acceder a la prestación de una ILE, ya que ponen en riesgo la salud de quien requiere la práctica”.


No se debe consultar a la justicia ni pedir autorización para la decisión de realizar ILE, ya que la práctica es una responsabilidad del equipo de salud y se decide por pedido de la niña o adolescente”, aclara la norma.


Y plantea que el “profesional de la salud tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia con respecto a la práctica de la ILE, siempre y cuando no se traduzca en derivaciones o demoras que comprometan la atención de la requirente del servicio”.


Si un día ves una sirena, ciertamente es posible que hayas descubierto una nueva especie… pero es bastante más probable que lleves encima una copa de más. Si sos católico y seguis votando Cambiemos como mal menor, quizá sea posible que estés actuando moralmente bien… pero a lo mejor deberías plantearte la posibilidad de que, inconscientemente, hayas terminado por pensar con los criterios del mundo, como hacen los paganos.

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